PATRIA PARA TODOS

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A CONSTRUIR LA CUARTA REPUBLICA

Los medios, los héroes y el amor según AMLO

Subido por ASTILLEROTV en 28/04/2008 27 04 08

lunes, 31 de mayo de 2010

San Juan Copala en Brujula Metropolitana, Informate, y Apoya

Brujula Metropolitana  invita a la plática

"San Juan Copala"
"Caravanas de paz en tiempos de guerra"
con
Marco Albino,
Victor Castillo Perez

Coordinadores y representantes que se encuentran en el DF,
del municipio autónomo de San Juan Copala
y un Especialista en la comunidad Triqui

( por confirmar)


hablaremos sobre la
Problematica, situación actual, ataque a la caravana de paz, la muerte de los reporteros y del lider de la comunidad y su esposa, los derechos humanos de la población del municipio y  la próxima Caravana Humanitaria “Bety Cariño y Jyri Jaakkola” que saldrá a esa población el día 7 de junio,
ENTERATE DE LO QUE PASA POR BOCA DE LOS PROTAGONISTAS
Miercoles 2 de junio 19hrs.
Lugar: Alvaro Obregón 240,  "edif Mercurio"a unos metros de Insurgentes, col. Roma
(parada de metrobus Alvaro Obregón)
ENTRADA LIBRE
Informes: 04455-35-68-52-00, kakumei2006@gmail.com

COPALA NECESITA DE TU APOYO AQUI LA LISTA 

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SI NECESITAS Servicios de IMPRESION:facturas, volantes, carteles, papeleria llamanos:cel 55-5275-6418 brujula_metropolitana@hotmail.com
Calidad y Servicio oportuno.! Somos Resistentes, Apoyanos!

NO olvides visitar nuestra pagina, Información, videos, noticias, efemérides y mucho más contactanos: Circulo de Estudios de Brujula:http://circulodeestudios-centrohistorico.blogspot.com/
Twitter: http://twitter.brujuleando
Reuniones los Miercoles 7pm AlvaroObregon 240
"Una mirada ciudadana a nuestra realidad"




cuando una mujer avanza no hay hombre que retroceda

domingo, 30 de mayo de 2010

MARTIN ESPARZA SALUDA E INFORMA A SUS COMPAÑEROS EN EL CAMPAMENTO

cuando una mujer avanza no hay hombre que retroceda

viernes, 28 de mayo de 2010

REPRESION, DESALOJO SME



Represión sobre los compañeros SMEITAS, en Cuernavaca Morelos este 27 de mayo de 2010.


los miembros de la PFP que encabeza Genaro García Luna, respaldados por el actual gobierno federal y estatal con oferta de impunidad en que seguramente quedara el ejercicio de violencia sobre 70 compañeros agredidos y golpeados de manera salvaje y sin miramiento alguno, que se encontraban sentados de manera pacífica, tratando de impedir que fuera saqueado su centro de trabajo por las empresas privadas contratadas por Alfredo Elías Ayub y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

La represión y la violencia inhumana al decir de Fernando Amescua “pinta de cuerpo entero el carácter de clase de ese aparato al servicio de la oligarquía nacional y de las transnacionales y su completa entrega a los peores intereses de los enemigos de la Patria.”

Los SMITAS agredidos en su dolor e impotencia reconocen que su lucha es justa y es el camino acertado para recuperar su empleo, su empresa Luz y Fuerza del Centro (LyFC), y mantener a la Industria Eléctrica como Patrimonio Nacional contra la entrega de los Energéticos a las empresas transnacionales.

Así en un marco de violencia generado por la PFP, fue atropellado el ESMITA Alberto Salazar Padilla por un impertinente chofer de una empresa privada al servicio de Elías Ayub, en su afán por saquear los centros de trabajo de LyFC de donde se sacaron 5 unidades, y que pretendió huir después de abandonar la unidad encendida la cual se fue a impactar más adelante en un inmueble, el cual fue detenido por los compañeros del herido y entregado sin rasguño alguno al Ministerio Publico. Continúan las provocaciones y agresiones contra los compañeros ESMEITAS, cercándolos y llevándolos a su límite.


Los SEMITAS, responsabilizan a Felipe Calderón Hinojosa, Fernando Gómez Mont, Javier Lozano Alarcón, Georgina Kessel Martínez y Alfredo Elías Ayub de su integridad física y del resto de los miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas.

Y hacen un llamado a los ciudadanos a rodear de solidaridad y apoyo a los trabajadores electricistas y a defender la Industria Eléctrica Nacionalizada y a la Soberanía Nacional.



"Cuando una mujer avanza no hay hombre que retroceda"

jueves, 27 de mayo de 2010

martes, 25 de mayo de 2010

Platicando con Martí Batres, en Brujula, este miercoles 26

Brujula Metropolitana  invita a una interesante plática con
"Martí Batres Guadarrama
Secretario de Desarrollo social
Gobierno del Distrito Federal


hablaremos de temas de interes para todos nosotros
Participación ciudadana, diagnóstico y problematica
 sobre la calidad de vida en la ciudad,perspectivas para el 2012
entre otros
Miercoles 26 de mayo 19hrs.
Lugar: Alvaro Obregón 240,  "edif Mercurio"a unos metros de Insurgentes, col. Roma
(parada de metrobus Alvaro Obregón)
ENTRADA LIBRE
Informes: 04455-35-68-52-00, kakumei2006@gmail.com


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Reuniones los Miercoles 7pm AlvaroObregon 240
"Una mirada ciudadana a nuestra realidad"






cuando una mujer avanza no hay hombre que retroceda

lunes, 24 de mayo de 2010

CONFESIONES DE UN SICARIO ECONOMICO

IranAndira_Confesiones de un sicario economico John Perkins.wmv

El robo de las corporaciones a nivel mundial y la esclavitud del tercer mundo.

"cuando una mujer avanza no hay hombre que retroceda"

EL LAMENTO DE LA MADRE TIERRA

EL LAMENTO DE PACHAMAMA [El Cuento]

SKALOKAL 22 de octubre de 2008"La historia de una mujer que llora por nosotros"

Os mostramos un cuento que puede servir como llamamiento a una responsabilidad global, para mantener con vida a la Madre Tierra.



"
cuando una mujer avanza no hay hombre que retroceda

LAS CARIS, OAXACA ATORMENTADO

“Hagamos que las muertes de los que hoy honramos, no hayan sido en vano”.

A. Lincoln
en su discurso de Gettysburgh




"Cuando una mujer avanza, no hay hombre que retroceda"

UN INFIERNO LLAMADO SAN JUAN COPALA

revistacontralinea 18 de mayo de 2010 — San Juan Copala, Oaxaca. Desde el 28 de noviembre de 2009, el centro político y ceremonial de la cultura triqui se encuentra en estado de sitio, sometido permanentemente a los disparos indiscriminados de los grupos paramilitares de la Unión para el Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort), de filiación priista, que encabeza Rufino Juárez, el alumno del actual secretario de Gobierno de Oaxaca, Evencio Nicolás Martínez. Desde entonces, 500 personas han sido desplazadas. Otras 30 han sido asesinadas y un número indeterminado, heridas. Todas han sido emboscadas.

Los paramilitares atacan noche y día, no permiten la salida ni la entrada a la población de personas, alimentos ni medicinas. Cortaron los cables de la luz eléctrica, las líneas del teléfono y rompieron los ductos del agua potable. No hay ley ni autoridad que valga más que las armas de la Ubisort y, aseguran los pobladores de San Juan Copala, las del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT). El pecado de estos indígenas refugiados en sus casas: echar fuera a todos los partidos políticos e instaurar un municipio autónomo basado en su cultura y tradición.
www.contralinea.com.mx

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"Cuando una mujer avanza no hay hombre que retroceda"


UNA FARSA LA GUERRA CONTRA EL NARCO

Una farsa, la “guerra” contra el narcotráfico

Autor: Nancy Flores

En la “guerra” de Calderón contra el narcotráfico –que ha costado casi 23 mil vidas y en la que participan 96 mil efectivos del Ejército–, únicamente se han dictado 735 sentencias firmes por delincuencia organizada; ahora se erradica y decomisa menos droga que en 2003, y sólo a 1 mil 359 detenidos por delitos contra la salud se les acredita su pertenencia a algún cártel. Con esta entrega, Contralínea inicia la publicación de una serie de reportajes que abordan los resultados reales de esa supuesta “lucha frontal”

/ Primera parte

El panista Felipe de Jesús Calderón Hinojosa mantiene 96 mil militares en las calles con el argumento de que éstos combaten al narcotráfico y a los cárteles de la droga. Sin embargo, datos oficiales de los gobiernos de México y de Estados Unidos desmienten la “guerra” contra el tráfico de estupefacientes, que ha costado la vida a más de 22 mil 700 civiles.

Tan sólo en materia de impartición de justicia, el Consejo de la Judicatura Federal admite –en la respuesta a la solicitud de información 00044844, hecha por Contralínea– que sus juzgados de distrito han dictado sólo 735 sentencias de última instancia por el delito de delincuencia organizada, entre diciembre de 2006 y febrero de 2010.

La cifra contrasta con las 121 mil 199 personas detenidas –entre diciembre de 2006 y marzo de 2010– por presuntos vínculos con el crimen organizado, que el gobierno federal informó a legisladores mexicanos el pasado 12 de abril.

Las 735 sentencias firmes –que ya no se pueden apelar ante ninguna instancia judicial– apenas significan el 0.6 por ciento de las detenciones reportadas por la administración calderonista en un documento confidencial dado a conocer el pasado 14 de abril por la agencia de noticias EFE.


120 mil detenidos sin nexos con cárteles

La “guerra” contra el narcotráfico es en realidad una guerra social que busca propósitos no confesados, señala el politólogo y antropólogo Gilberto López y Rivas.

—Es un proceso de militarización y de criminalización de las luchas sociales en donde se ve la mano de un Estado autoritario dispuesto a usar la violencia selectiva. Como lo hizo en el pasado, a través de la Guerra Sucia con desapariciones forzadas, ahora (lo hace) con la impunidad en el terreno represivo, supuestamente, en contra de los cárteles de las drogas.

Y es que mientras 22 mil 700 civiles han sido ejecutados, militares asesinan inocentes y comandos armados clandestinos se apoderan de pueblos enteros, la Procuraduría General de la República (PGR) reconoce que sólo 1 mil 359 detenidos por delitos contra la salud entre diciembre de 2006 y febrero de 2010 tenían vínculos comprobables con algún cártel de la droga.

Los datos que la dependencia encabezada por Arturo Chávez Chávez proporcionó a Contralínea –a través de 13 solicitudes basadas en la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental– señalan que, de esa cifra, sólo 1 mil 194 miembros del crimen organizado fueron consignados ante las autoridades judiciales. Esto es que 165 ni siquiera fueron procesados judicialmente.

Los 1 mil 359 detenidos a quienes la Procuraduría afirma que sí les puede comprobar sus nexos con los cárteles del narcotráfico representan apenas el 1.12 por ciento de los 121 mil 199 detenidos por delincuencia organizada que reportó Calderón a los legisladores.

Esto podría implicar que 119 mil 840 detenidos eran narcomenudistas, consumidores, burros (personas pobres que son utilizadas para transportar pequeñas cantidades de droga a cambio de un pago), campesinos o incluso inocentes.

—La estrategia del presidente Calderón es una farsa mediática. Está implementada a través de un criterio de mercadotecnia que no pretende desmantelar grupos criminales –señala en entrevista Edgardo Buscaglia, experto en seguridad.

El también académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México agrega que “el 98 por ciento de las detenciones por delincuencia organizada o asociación delictuosa se les cae (a las autoridades). No hay un efecto punitivo, y sin ese efecto de castigo obviamente la delincuencia organizada sigue encontrando en México un paraíso patrimonial”.

Con base en la experiencia internacional, Buscaglia sugiere cuatro medidas (“las cuatro ruedas”) para luchar “efectivamente” contra la mafia: desmantelamiento de las redes de lavado de dinero en los sectores político y empresarial, combate a la corrupción política, prevención social del delito y que sea la inteligencia civil la que realice las investigaciones en contra de los cárteles de la droga, con una dirección jurídica apropiada para que los procesos judiciales no se caigan.

De acuerdo con la Subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la PGR, entre diciembre de 2006 y enero de 2010 se consignaron 47 mil 21 averiguaciones previas por delitos contra la salud; 123, por delincuencia organizada, y sólo dos por operaciones con recursos de procedencia ilícita o lavado de dinero.

El Consejo de la Judicatura Federal admite que sólo ha dictado 735 sentencias firmes por delinciencia organizada entre diciembre de 2006 y febrero de 2010

Caen erradicación y decomisos: EU

Al concluir su tercer año de “lucha frontal” contra el narcotráfico, Felipe Calderón entregó resultados negativos incluso en materia de erradicación de plantíos y decomisos de drogas. Ello, a pesar de que en esas labores se han involucrado 96 mil efectivos del Ejército e incluso, ahora, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) exige un marco legal que les permita permanecer fuera de los cuarteles y realizar actividades civiles por más de una década.

México es considerado uno de los países “más importantes” en materia de origen y tránsito de drogas ilícitas. Se calcula que el 90 por ciento de toda la cocaína consumida en Estados Unidos transita por este territorio, señalan los International narcotics control strategy report 2008, 2009 y 2010.

El general brigadier en retiro Samuel Lara Villa explica a Contralínea que Estados Unidos no es ajeno al conflicto mexicano. “Las mafias narcotraficantes actúan solapadas por los máximos consumidores del planeta; eso lo demuestra la dotación de armamento, municiones, artefactos y equipo de campaña”.

El también presidente de la Federación de Militares Retirados General Francisco J Múgica, AC, señala que el actuar de Estados Unidos “responde a la táctica de guerra irregular. El conflicto es oportuno para presionar al presidente de facto (Felipe Calderón) a cumplir con los compromisos que adquirió por su instalación gracias al fraude electoral. Para la nación más poderosa del planeta, sería catastrófica la falta de estupefacientes destinados a su población consumidora”.

Los tres reportes del Departamento de Estado de Estados Unidos consultados indican que “importantes cantidades” de heroína, metanfetaminas y marihuana son trasegadas a lo largo del territorio mexicano. Además, califican a México como “punto clave” para la “colocación del dinero producto del narcotráfico en el sistema financiero internacional”.

Pese a ello, ni la supuesta “guerra” ni los recursos que el gobierno de Barack Obama ha dado a la administración de Felipe Calderón (a través de la Iniciativa Mérida, también conocida como Plan México, y que ya asciende a 1 mil 300 millones de dólares) dan resultados.

El International narcotics control strategy report 2010 revela que, desde 2003, la erradicación de plantíos y el decomiso de drogas en este país, sobre todo en lo que corresponde a amapola, cocaína y marihuana, han caído de manera consecutiva.

“El gobierno de México informó que, hasta noviembre de 2009, se erradicaron 14 mil 135 hectáreas (ha) de cannabis, en comparación con las 18 mil 663 ha erradicadas en 2008”. Agrega que entre 2002 y 2006 el promedio de hectáreas erradicadas fue de 30 mil por año, época en la cual esas actividades recaían en la Procuraduría General de la República.

El Departamento de Estado advierte, en ese reporte, que “2009 representa el sexto año consecutivo de descenso. La erradicación de amapola también registró niveles por debajo de los históricos: hasta noviembre de 2009 se habían erradicado 11 mil 471 hectáreas, mientras que en 2008 sumaron 13 mil 189 ha”.

Respecto de los decomisos de droga, indica que “las incautaciones de marihuana estuvieron por debajo de los niveles históricos de los últimos años. En 2009, 1 mil 385 toneladas métricas de marihuana fueron incautadas, mientras que en los últimos cinco años el promedio fue de casi 2 mil toneladas métricas”.

El informe justifica que esta situación “puede atribuirse a un cambio en la aplicación de la ley mexicana, cuyo foco principal fue atacar drogas más duras, como la metanfetamina; asimismo, a que más recursos militares y policiales se desvían para enfrentar a las organizaciones delincuenciales y la violencia”.

Ésta no es la primera vez que las autoridades estadunidenses disculpan la ineficacia de la lucha antidrogas mexicana. El International narcotics control strategy report 2008 señalaba que en 2007 –primer año en el que el Ejército Mexicano asumió la responsabilidad exclusiva de la erradicación de cultivos ilícitos de marihuana y amapola– “la disminución en las tasas de erradicación se debió, al menos en parte, a la realineación de las responsabilidades en materia de erradicación aérea. La PGR cesó sus vuelos de erradicación en diciembre de 2006, y la tasa posterior de la erradicación aérea de los militares ha sido lenta”.


Lavado de dinero en auge

En materia de combate al blanqueo de capitales, la estrategia calderonista tampoco ofrece resultados. El International narcotics control strategy report 2010 afirma que “México sigue siendo un centro de lavado de dinero”.

Añade: “Se estima que los ingresos brutos anuales de las organizaciones delictivas oscila entre 15 mil millones y 30 mil millones de dólares por ventas de drogas ilícitas en Estados Unidos. La mayoría de estos ingresos que se obtienen en territorio estadunidense se repatrian principalmente a través de los envíos de divisas a granel y el lavado a través de negocios legítimos de México”.

Carlos Flores, profesor asociado en el Center for Development and The Environment, de la Universidad de Oslo, Noruega, explica en entrevista que la estrategia antidrogas mexicana sólo ha apostado por el despliegue masivo de elementos de seguridad federal (policías y militares), sin que se aprecie una adopción simultánea de otras acciones imprescindibles para lograr un resultado más contundente en el abatimiento de la delincuencia organizada.

—Se ha dejado de lado el desmantelamiento de la estructura de protección política, con la que todo grupo de esta naturaleza cuenta, no sólo en México, sino en todos los países donde estos fenómenos han estado presentes; y se ha hecho muy poco esfuerzo por investigar sistemáticamente los activos patrimoniales y financieros de este tipo de estructuras criminales.

El investigador agrega que, incluso, las acciones que muestran una mejor coordinación y eficiencia en su ejecución –como la urdida en contra de Arturo Beltrán Leyva, asesinado a manos de efectivos de la Marina– son tácticamente efectivas, pero estratégicamente insuficientes si no van acompañadas del desmantelamiento de la protección política y de los bienes económicos de la delincuencia.

Para el Departamento de Estado estadunidense, el flujo transfronterizo de dinero y de armas desde Estados Unidos a México ha permitido que los cárteles estén “bien armados y bien financiados para participar en actividades violentas”.

En su informe más reciente, señala que las organizaciones delictivas emplean tácticas militares avanzadas y utilizan armamento sofisticado como rifles de francotirador, granadas, lanzagranadas y morteros, incluso en los ataques contra personal de seguridad.

El general Samuel Lara critica que Estados Unidos haya demostrado de manera permanente su eficiencia anticomunista, antiterrorista y en contra de todo lo que contravenga sus intereses y su afán de dominio continental, pero que no demuestre esa misma eficiencia en el tema de las drogas ilegales.

Resulta increíble, señala el general, que sus fronteras sigan siendo penetradas impunemente por los cárteles y abiertas al tráfico de armamento, que no capturen a los narcotraficantes internos y que sólo se arrojen sobre los países productores.

“Es muy claro el manejo político que dan al asunto de la producción de enervantes para penetrar en las naciones al sur de su frontera. (El narcotráfico) es utilizado como un recurso tendiente a reafirmar su estrategia imperialista en Latinoamérica, justo cuando les preocupa el renacimiento del bolivarismo al sur del continente.”

En su más reciente informe sobre la lucha internacional antidrogas, el Departamento de Estado señala que México falla en la erradicación de plantíos de marihuana y amapola

Territorios sin control

Los cárteles desafiaron “abiertamente” al gobierno de México a través del conflicto y la intimidación y han luchado entre sí por controlar las rutas de distribución de drogas. Los resultados llevaron a la violencia sin precedentes y a un sentimiento general de inseguridad en algunas zonas del país, particularmente cerca de la frontera con Estados Unidos, afirma el reporte del Departamento de Estado.

Para Edgardo Buscaglia, la violencia en el país es uno de los síntomas que enfrentan los Estados fallidos. “Nosotros hemos contabilizado 982 pequeños bolsones territoriales de Estado fallido en México. Si no se toman las cuatro medidas que hemos recomendado, estos bolsones territoriales van a seguir multiplicándose y expandiéndose, con lo cual, eventualmente, México puede llegar a una situación como la que viven Afganistán o Pakistán”.

El experto en seguridad indica que “en zonas de Durango, por ejemplo en el Mezquital, Guanasevi y Ciénaga, hay una ausencia de autoridad total. Los grupos criminales son de facto la autoridad: extorsionan, cobran impuestos con un padrón fiscal a los dueños de negocios, de hoteles”.

Por ello, dice, “hay que tener cuidado y dejarnos de arrogancias, de shows mediáticos presidenciales y tomar las medidas que le hemos recomendado al señor presidente desde hace tres años y medio”.

Edgardo Buscaglia indica que todos los partidos políticos y el Congreso mismo son corresponsables de que no se tomen las cuatro medidas sugeridas. No obstante, aclara: “El presidente es el Poder Ejecutivo; por definición, debe ejecutar. Él y su administración son los responsables de que estas cuatro medidas se propongan y se comiencen a implementar”.

Concluye que la sociedad mexicana ya está contaminada de manera masiva por la enfermedad de la violencia y que este mal aumenta en espiral. Ese grave problema, indica, se debe resolver con medidas a largo plazo que rescaten los 982 bolsones territoriales que hoy son ocupados por los grupos fácticos criminales.

Para la elaboración de este trabajo y de la serie de reportajes sobre los resultados de la “guerra” contra el narcotráfico, Contralínea solicitó conocer la postura de la Presidencia de la República, a través de Nicolás Lohmann, secretario técnico; de la Secretaría de Gobernación, por medio de la subdirectora de Eventos; de la Sedena, con el general Ricardo Trevilla Trejo; y de la PGR, con Adriana Pérez, subdirectora de Información. Hasta el cierre de esta edición, no se obtuvo respuesta.


Los crímenes del Ejército deben ser juzgados: general

El general brigadier en retiro Samuel Lara Villa considera que “lo que Felipe Calderón llamó ‘guerra’ sólo fue un arranque de los que acostumbra valerse para ‘gobernar’”.

Indica que, en 2006, el ahora presidente “trataba de legitimar ante la opinión pública su gobierno alardeando del apoyo militar. El problema creció porque las fuerzas armadas, en cumplimiento incondicional a su doctrina de ‘lealtad a las instituciones’, se lanzaron de inmediato a la ‘guerra’ del mando supremo sin estudiar la situación con la profundidad que ameritaba”.

Agrega que “la ciudadanía pronto resintió los efectos de los retenes de control en las vías de comunicación, el patrullaje, los rondines y el empleo de las armas para responder a la capacidad de fuego y de maniobra de los malhechores. El resultado es la muerte de gente inocente, incluyendo niños y estudiantes. Está pendiente la explicación de la muerte de los alumnos del Tecnológico de Monterrey, porque el caso trae a la memoria el del hijo de la señora Rosario Ibarra de Piedra, desaparecido en condiciones semejantes, aunque no se trataba de narcotráfico”.

Lara Villa dice que el gobierno federal y el Ejército “tienen que hacer frente a la justa indignación de la sociedad ante crímenes que no serán capaces de explicar satisfactoriamente. Menos aún cuando la justicia es burlada por la protección que se ven obligados los altos mandos a proporcionar a la tropa, que debe cumplir las consignas de su puesto o tendría que responder ante la superioridad por falta de espíritu militar. La responsabilidad es de quien los mandó a esa ‘guerra’ sin respaldo legal. Tarde o temprano (ese responsable) tendrá que responder ante el tribunal que la historia le depare”. (NF)


Fuente: Contralínea 183 - 23 de mayo de 2010



cuando una mujer avanza no hay hombre que retroceda

COPALA SE ROMPE EL CERCO MIILITAR

Se rompe el cerco paramilitar

Autor: Miguel Badillo



http://contralinea.info/archivo/2010/mayo/182/fotos/se-rompe/principal.jpg

San Juan Copala, Oaxaca. Todos los días, desde hace seis meses, hombres armados apostados en los cerros que rodean Copala disparan a todo lo que se mueve. La orden que recibieron, cuenta uno de ellos, es que nadie salga ni entre a este pequeño pueblo de la región triqui oaxaqueña. Así, evitan que llegue el abasto de comida, agua potable y medicinas a las cerca de 800 personas que, hambrientas, sobreviven atrapadas en este infierno.


Miguel Badillo y Zósimo Camacho / Julio César Hernández, fotos / enviados

Cualquiera que intenta cruzar por montes y veredas con rumbo al pueblo de Copala, principal centro ceremonial de la comunidad triqui, se enfrenta a las ráfagas de metralletas AK-47 y rifles R-15 que portan grupos armados, como el que disparó aquella tarde del martes 27 de abril en contra de la caravana por la paz, que encabezaban defensores de derechos humanos y que tuvo como saldo dos muertos y una decena de heridos.

Diez días después de aquel ataque armado, en donde resultó herido con tres disparos de bala nuestro compañero fotógrafo David Cilia (lo que lo mantiene, hasta el cierre de esta edición, internado en un hospital de la ciudad de México) y junto con la reportera Érika Ramírez tuvieron que correr y esconderse por casi tres días en el monte para salvar la vida, otros tres reporteros de Contralínea (Zósimo Camacho, Julio Hernández y Miguel Badillo) han llegado a la región dominada por los triquis para terminar el trabajo periodístico inconcluso: entrar a San Juan Copala y describir el terror que viven aquí niños, mujeres, ancianos y los pocos hombres que aún quedan.

El viernes 7 de mayo, un grupo de 12 indígenas, simpatizante del Municipio Autónomo de San Juan Copala, se comprometió a guiar a los periodistas y escoltarlos hasta esta cabecera municipal, aun con el temor y el riesgo para los triquis de perder la vida en el intento.

http://contralinea.info/archivo/2010/mayo/182/fotos/se-rompe/rompe-cerco02.jpg

La primera recomendación a los reporteros fue evitar llamar la atención entre los habitantes de los pueblos que rodean Copala, en donde las organizaciones Unidad para el Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort), Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT) y Movimiento por la Unificación de la Lucha Triqui Independiente (MULTI) tienen sus bases. La segunda recomendación a los periodistas fue ocultarse hasta que llegara el momento de partir. No se sabe ni hora ni día. Simplemente hay que esperar.

http://contralinea.info/archivo/2010/mayo/182/fotos/se-rompe/rompe-cerco03.jpgTres días transcurrieron, hasta la noche del lunes 10, cuando los indígenas triquis vuelven a hacer contacto y acordamos los términos de la incursión hacia el pueblo de Copala: el ingreso será de noche, lo que dificultará el acceso, pero dará una oportunidad más para evitar cualquier agresión; nada de lámparas ni luces que puedan llamar la atención de los francotiradores; hablar lo menos posible y sólo cuando sea necesario hacerlo en voz muy baja; vestir de negro para perdernos en la oscuridad de la noche y llevar botas y mochila con medicamentos para la atención de alguna posible herida de bala; si nos disparan, tirarnos al suelo y avanzar lo más rápido posible para eludir las balas y perdernos de los agresores; resistir el tiempo necesario en el monte hasta encontrar el acceso más seguro y, lo principal, mucha suerte, porque para entrar a Copala se necesita eso y más.

La columna informativa que integran 12 triquis-guías y tres periodistas inicia su marcha por el monte. Seis indígenas van al frente y otros seis en la retaguardia. Los reporteros, en medio de la columna para mayor protección. La instrucción es guardar distancia entre nosotros para evitar ser blanco fácil ante un posible ataque, lo que dificulta aún más el camino; la oscuridad impide ver a medio metro de distancia, sólo el ruido del andar de los indígenas sobre hojas y ramas secas orienta la ruta a seguir. Las caídas y tropiezos de los reporteros son constantes; el peligro de caer en alguna barranca invisible es latente, pero nadie puede detenerse si queremos llegar con vida a Copala. Debemos avanzar lo más rápido posible durante la noche y, de vez en cuando, descansar a petición de los tres de en medio.

El sudor agobiante embarra y pega las hojas y ramas de los árboles en el cuerpo. Los mosquitos e insectos nos acompañan todo el camino: los brazos y piernas empiezan a llenarse de bolas por las picaduras conforme avanza la columna y nos internamos cada vez más en estas rudas montañas. A pesar del peligro, estamos seguros de que no nos equivocamos en querer documentar y contar la historia que vive San Juan Copala.

La ruta es acompañada por constantes disparos que retumban en el silencio de la montaña. Son tiros de advertencia para aquel que se atreva a cruzar por su territorio. La angustia y miedo invaden el cuerpo. Un escalofrío inevitable nos atraviesa de sólo pensar encontrarnos de frente a cualquier grupo armado que patrulle el área. Nuestros guías se mueven rápido, cubren una amplia área de protección; pero al final de cuentas, los grupos paramilitares, también integrados por indígenas, saben dónde vigilar para impedir que alguna persona, sobre todo periodistas, como ya lo demostraron en el ataque a la caravana por la paz, se les pueda colar hasta Copala y dar cuenta del infierno en que tienen metidas a unas 100 familias triquis que quedaron atrapadas en el lugar y no pudieron o no quisieron abandonar el sitio.

Agotados, a lo lejos se ven las luces de velas que alumbran algunas casas del pueblo desierto. Después de varias desesperantes horas, nos acercamos a Copala. En el pueblo no hay energía eléctrica. El motivo es que cortaron los cables desde hace seis meses, cuando iniciaron los ataques de la Ubisort y el MULT en contra de los habitantes que apoyan la presidencia autónoma de San Juan Copala, ahora en manos de simpatizantes del MULTI.

En la región se libra una lucha por el control político y económico del lugar. Viene un periodo electoral en Oaxaca y el Partido Revolucionario Institucional, por conducto de la Ubisort, no está dispuesto a dejar a su suerte al municipio de San Juan Copala, en donde las nuevas autoridades afiliadas al MULTI no quieren saber nada de los partidos políticos, a los que culpan de robarse cada año las partidas presupuestales de los ramos 28 y 33 del erario. Algo sabrán estos indígenas de injusticias, abusos y atropellos de la autoridad, igual que otros 100 millones de mexicanos.

Hemos llegado a la zona más complicada del trayecto. Copala está a menos de 1 kilómetro de distancia. Aquí, en la oscuridad de la madrugada, la vigilancia de hombres armados se vuelve más latente. Hay que esperar, agazapados, entre rocas, arbustos y árboles. Para sorpresa nuestra, el lugar donde nos escondemos sirve de base para francotiradores de alguno de los grupos agresores. La prueba de ello está en el suelo, entre hierbas y hojas de árboles encontramos muchos casquillos de rifles R-15 y AK-47. Eso tensa la espera. Los mismos indígenas, que siempre hablan en triqui, se ven preocupados y nerviosos. Quieren abandonar rápidamente el área, pero deciden esperar y no acelerar el ingreso a Copala.

Una dudosa decisión se ha tomado. En cuanto iniciamos el descenso del último cerro hacia el pueblo, empieza el estruendo de las ráfagas de metralletas, como si los paramilitares esperaran el momento propicio para ejecutar a toda la columna informativa. La orden de nuestros guías ha sido no detenernos. El miedo nos hace cumplirla y no mirar atrás, como si quisiéramos ganarle a la velocidad de las balas que cruzan chiflando por el viento. Inevitablemente hay que pasar por una zona descubierta, que aun con la ropa negra que llevamos y la ayuda de la oscuridad de la noche, a nosotros nos parece que somos muy visibles, tanto como un foco prendido en una habitación.

Pero sólo es el miedo de los 15 que hemos ingresado a las solitarias calles de Copala. Llegados al pueblo, nos movemos con precaución entre calles y las paredes de las casas. Los guías nos advirtieron que algunas familias, que también permanecen encerradas en sus viviendas, simpatizan con los grupos opositores al Municipio Autónomo y sería muy delicado que dieran aviso a los hombres armados de que extraños hemos entrado al pueblo. No queremos hacer ruido, pero los ladridos de los perros nos delatan y antes de que miradas extrañas nos vean, ingresamos a salvo y agotados a una vivienda que nos protege.

La huida de Copala

http://contralinea.info/archivo/2010/mayo/182/fotos/se-rompe/rompe-cerco04.jpgHemos recogido los testimonios y relatos de los sobrevivientes de Copala. Durante nuestra incursión, recorrimos parte del pueblo entre los disparos que nunca cesaron. Desobedecimos a los guías, que nos pedían no salir de la casa. De hacerlo, no habría tenido sentido llegar hasta Copala y perder la oportunidad de mirar y vivir en carne propia lo que cientos de mujeres, niños y ancianos indígenas triquis padecen todos los días.

Para los agresores, toda hora es buena para amedrentar y amenazar a la población. En las noches, ráfagas de metralleta quitan el sueño. En el día, sólo unos cuantos, sobre todo mujeres y niños, se atreven a cruzar corriendo las calles para evadir los disparos y buscar alimentos.

Notas, fotografías y videos de Contralínea dan ahora cuenta del peligro que representa vivir aquí. Es el primer material periodístico tomado desde adentro de Copala. Como parte de Contralínea, nuestros dos compañeros agredidos, Érika y David, deben estar orgullosos de que su intento por llegar a ese municipio, hasta que un ataque armado lo impidió, no fue en vano. Por ellos y por lo que les sucedió, el equipo de Contralínea decidió concluir su misión de informar del asecho en que viven decenas de familias triquis a manos de paramilitares tolerados, por decir lo menos, por el gobierno de Ulises Ruiz.

Nuestro grupo indígena de protección ha estado atento en todo momento de la seguridad de los periodistas, aunque aquí, en Copala, nada es seguro. Lo único cierto es que ha llegado la hora de salir de este pueblo olvidado por los gobiernos, los ejércitos y los policías. Otro martirio está a punto de comenzar: volver al monte y abrirnos paso entre la maleza, aunque más preocupante es librar los retenes y las guardias blancas que están dispuestas a no dejarnos huir de sus territorios controlados.

Nuestros guías han trazado una ruta distinta. Nos explican que ésta es más larga, pero más segura. Ninguno de los reporteros se queja, los tres asentimos con la cabeza sin hablar. Nos miramos cansados y mugrosos, porque el servicio de agua fue cortado también por los grupos agresores. La única oportunidad de bañarse es en el río más cercano, pero nadie se arriesga; preferimos mantenernos sucios dos o tres días.

Nuevamente estamos en manos de 10 indígenas triquis. El grupo se ha reducido: dos de nuestros guías se han quedado en la zona de conflicto. Esperamos nuevamente la noche para salir del lugar. Nos han advertido que, esta vez, la caminata será más larga, hasta alcanzar quién sabe qué carretera a la mañana siguiente. Los periodistas estamos listos. Otra vez, los indígenas vuelven a arriesgarse para acompañarnos y sacarnos del lugar con vida.

Ansiosos, esperamos la noche. Apenas hemos comido durante los tres días tortillas, frijoles y chile. Pero nos sentimos fuertes para partir, más por miedo y ganas de huir del lugar. Todo ha sido una pesadilla que apenas duró poco más de 48 horas. Los habitantes de Copala llevan seis meses en esas condiciones. Desde finales de noviembre, viven encerrados en sus casas, sin poder salir, y cuando lo hacen, simplemente arriesgan la vida.

La columna informativa ha iniciado su retorno a no sabemos qué lugar del camino. Las instrucciones han sido las mismas. Con mayor énfasis, nos indican no hacer ruido cuando caminemos, lo que se vuelve imposible ante los tropiezos y caídas constantes de los reporteros. Más cuando esta noche especialmente es más oscura. No hay luna y el cielo está nublado. No logramos ver a nuestro compañero que va enfrente. Es más, decidimos agarrarnos de las mochilas para no perdernos y seguir la ruta de los guías.

La salida de Copala es igual. Rápido hacia el monte para protegernos de los disparos entre los árboles. Una vez más, las balas pasan chiflando cuando rompen el viento. Esta vez los disparos los sentimos más cerca de nosotros, como si los grupos armados estuvieran esperándonos a la salida del pueblo.

Todos estamos nerviosos, también los valientes indígenas que arriesgan su vida para que un grupo de extraños periodistas den cuenta del terror que viven los habitantes de Copala. No nos han pedido pago alguno para ser nuestros guías, sólo nos miran como si fuéramos a solucionar el conflicto. Nada más desilusionante. Como reporteros, sólo sabemos que informaremos lo que allí sucede y que nada pasará. Eso pensamos cuando caminamos por largas horas durante esta agobiante madrugada. Y más cuando sabemos que, en seis largos meses, nadie del gobierno federal ha querido atender el problema. Mucho menos el gobierno estatal de Ulises Ruiz, a quien le corresponde formalmente. El gobierno de Felipe Calderón también es responsable, pues para esta pequeña población indefensa que está siendo agredida durante meses no hay Ejército ni policía alguno que la defienda.

Para salir de este territorio hostil, a la columna informativa le parece que el camino es el mismo, aunque hayamos salido esta vez por el lado opuesto. Los reporteros no distinguimos ruta alguna; nuestra inexperiencia en avanzar en el monte nos hace ver todo igual. Sumamente difícil caminar de noche y sin lámpara por las montañas de la región triqui, de acceso inaccesible y orografía accidentada.

Las horas pasan sin llegar a lugar alguno. Los zumbidos de las balas que arrojan las potentes armas se escuchan todo el trayecto. Por un lado, al norte, el pueblo de La Sabana, dominado por la Ubisort; al oriente, El Rastrojo, la zona controlada por el MULT, ambas organizaciones violentas y fuertemente armadas. Al norte, Yosoyuxi, del MULTI, organización que apoya al Municipio Autónomo y que su principal demanda es que todas las partidas presupuestales que debe destinar el gobierno para la región triqui se entreguen a los indígenas para mejorar la vida de sus familias y pueblos, y no se las lleven los caciques y los líderes de grupos armados.

Antes de amanecer, alcanzamos un camino de terracería. Los indígenas nos piden avanzar con precaución para evitar alguna emboscada. Pero el peligro va en aumento y los guías deciden que debemos volver al monte para estar seguros y dejar la comodidad de seguir en la madrugada por la vereda que nos sacaría a la carretera.

Otra vez el sufrimiento para los reporteros inexpertos en caminar por esos lugares. Casi con la luz hemos salido a un pueblo apartado, allí recibimos el apoyo de un agente municipal que nos permite permanecer en el portal de su vivienda hasta esperar la mañana e iniciar el retorno a la ciudad de México.

Con muchas dificultades, Contralínea ha roto el cerco paramilitar establecido por grupos armados para aislar y ahogar a una población triqui que sólo lucha por su autonomía: San Juan Copala ha quedado atrás y sus 100 familias abandonadas a su suerte. Sentimos dolor y desesperación.

Fuente: Contralínea 182 / 16 de mayo de 2010

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cuando una mujer avanza no hay hombre que retroceda

COPALA ZONA DE GUERRA

Copala, zona de guerra

Autor:Zósimo Camacho


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Desde hace más de seis meses, una ciudad es asediada por paramilitares en Oaxaca: San Juan Copala. Las indiscriminadas ráfagas de AK-47 contra el principal centro político y ceremonial de la cultura triqui se mantienen a todas horas. Las emboscadas contra los pobladores que se atreven a salir de sus casas suceden casi a diario. Más de 30 muertos y centenas de heridos ha dejado el sitio a una población que resiste una guerra. La orden de los grupos armados es no dejar salir ni entrar a nadie: que los triquis que optaron por la autonomía se rindan por balas y por ausencia de alimentos y medicinas. Antes de la llegada de los paramilitares, el Ejército y las policías abandonaron sus cuarteles


Videorreportaje: “Copala, zona de guerra”

Contraluz: Mujeres, la resistencia triqui
Se rompe el cerco paramilitar
Seguimiento emboscada San Juan Copala




http://contralinea.info/archivo/2010/mayo/182/fotos/copala-zona/copala02.jpgZósimo Camacho y Miguel Badillo / Julio César Hernández, fotos / enviados

San Juan Copala, Oaxaca. Calles desoladas donde deambulan pollos y perros famélicos; ventanas reventadas por las balas; paredes y techos descarapelados por los impactos de fusiles de asalto AK-47, R-15 y M-16 es el panorama de un amanecer en esta cabecera de la “nación triqui”, cuyos pobladores, apoyados por los de 10 comunidades más, instauraron como Municipio Autónomo el 20 de enero de 2007.

No hay calle que no se encuentre a tiro de los paramilitares, apostados en los cerros circundantes y, principalmente, en el barrio vecino de La Sabana y en los cuarteles del Ejército y de las policías municipal y estatal, abandonados desde el año pasado por las “fuerzas del orden”. Las balaceras a las que está sometida una población de más de 700 habitantes (y que antes de que iniciaran los ataques era de más de 1 mil 200) nunca terminan. Día, tarde y noche, los grupos armados disparan contra el edificio de la presidencia municipal, donde se encuentran el presidente autónomo entrante, Jesús Martínez Flores, y el saliente, José Ramírez, con una secretaria y un par de ayudantes.

Los disparos también se dirigen contra la iglesia, las escuelas, las casas habitación y contra la oficina de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, dependencia federal abandonada por el grupo de funcionarios que encabezaba el ingeniero Anastasio Villarreal Díaz, apenas iniciado el asedio paramilitar. Sin buscar demasiado, en cada calle se pueden observar decenas de cartuchos percutidos.

Todo hombre que sale de su casa es objetivo de los grupos armados de la Unidad para el Bienestar de la Región Triqui (Ubisort) y, aseguran los habitantes de Copala, de los del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT), provenientes de la también vecina comunidad El Rastrojo.

Puertas cerradas, ventanas clausuradas, polvo acumulado en las calles que nadie barre y por donde nadie camina. Y los ojos asombrados de quienes por alguna rendija se asoman para observar a una abuela osada que recorre la calle principal de esta población: Lázaro Cárdenas.

El 28 de noviembre pasado comenzó el asedio de la Ubisort, afiliada al Partido Revolucionario Institucional (PRI), organización que encabeza Rufino Juárez Hernández, discípulo del actual secretario de Gobierno de Ulises Ruiz, Evencio Nicolás Martínez. Las acciones armadas del grupo estarían a cargo de Antonio Cruz García, Toño Pájaro, y Anastasio Juárez Hernández, hermano de Rufino, acusan los pobladores de Copala.

Las descargas siguen inquietando a hombres y mujeres. Los sobresaltos son comunes en estas familias que escuchan las detonaciones y los impactos en las paredes o en los techos de sus casas. El derroche de recursos de los grupos armados es incalculable: las balaceras son permanentes y cada descarga, de 25 balas, de AK-47, cuesta alrededor de 1 mil pesos.

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Desde hace seis meses, los paramilitares cortaron los cables de la energía eléctrica, los de las líneas telefónicas y los ductos del agua potable. Los niños, a oscuras, silentes y temerosos se van a la cama o al petate después de haber rezado en sus casas a Tatachú, un Cristo sangrante, santo patrono del pueblo. En ellos recaen muchas de las actividades que normalmente harían sus padres: salir a buscar alimento, acarrear cubetas con agua del río, enviar recados y caminar presurosos por las calles más peligrosas, las de la plaza principal.

—Sí me da miedo; pero yo no me voy a ir de aquí, porque éste es mi pueblo -dice, sin titubeos, Leticia Velasco Aguilera.

Huipil a las pantorrillas, descalza y cabello recogido, la niña concluye: “Hay fuerza”.

Su dieta, como la de todas las familias simpatizantes del Municipio Autónomo, se reduce desde hace seis meses a tortillas tostadas de maíz, salsa de chile con agua y, a veces, frijoles.

Por algunas horas al día, los paramilitares permiten a las mujeres caminar ciertas calles. Aun así, los disparos se siguen escuchando. Si algún hombre se aventura a salir, debe cuidarse de los cuatro puntos cardinales, correr agachado cada que atraviesa una calle, buscar callejones y recodos en las paredes: está siendo cazado.

El párroco Rogelio Barragán, los médicos y casi todos los maestros abandonaron iglesia, centro de salud, dispensario y escuelas. La única institución educativa que se mantiene en funciones es la escuela albergue a cargo de la congregación de monjas diocesanas, cuya sede se encuentra en la ciudad de Huajuapan de León. Desde hace seis meses, los 55 niños, de entre seis y 16 años, no han podido salir ni ser visitados por sus padres. Las monjas se encargan de la manutención.

Se trata de entre ocho y 10 religiosas, cuya encargada es la madre María del Carmen Lucero Rosario. Son las únicas personas que pueden ingresar y dejar San Juan Copala en automóvil. Los lugareños consideran que ellas se convertirán en blanco de los paramilitares si entablan algún tipo de comunicación con los simpatizantes del Municipio Autónomo. Por eso, las religiosas no se relacionan con nadie.

Los demás niños de la comunidad no asisten a la escuela. Se trata de 150 alumnos de primaria y 110 de secundaria.

—Aquí lo único que se puede hacer ahora es sacar tu cara por la ventana, regresar al cuarto y volver a sacar tu cara por la ventana –dice el profesor Gregorio Chávez Jiménez, responsable de la Escuela Albergue de San Juan Copala.


http://contralinea.info/archivo/2010/mayo/182/fotos/copala-zona/copala06.jpghttp://contralinea.info/archivo/2010/mayo/182/fotos/copala-zona/copala04.jpg

Desde una casa permanentemente asediada por francotiradores, Julián González Domínguez, suplente del presidente municipal autónomo, explica que el objetivo de los grupos armados es que se retiren todas las personas de esta comunidad y se queden únicamente los priistas que, además, son minoría.

—Y cómo van a dejar las mujeres y las familias sus casas, su mercado, su plaza.

A decir del líder triqui, de 52 años de edad, la Ubisort y el MULT cuentan con el apoyo del gobierno estatal de Ulises Ruiz.

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—El gobierno está con ellos. Cómo que tenemos tantos meses así y nadie de la policía viene. Ya vieron que no hay luz ni agua y que están balaceando todo el tiempo. Nadie sale. Pero gobierno no hace nada. Y de dónde sacan ellos armas y balas.

http://contralinea.info/archivo/2010/mayo/182/fotos/copala-zona/copala09.jpgDesde finales de la década de 1990, las comunidades de Yosoyuxi y San Juan Copala encabezaron un movimiento crítico al interior del MULT, que culminó en 2006 con la fundación del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui-Independiente (MULTI). La nueva organización impulsó la creación del “Municipio Autónomo”, que cautivó a integrantes del propio MULT, pero también de la Ubisort. Comunidades enteras abandonaron sus antiguas organizaciones y se afiliaron al proyecto autonómico.

“El discurso ideológico sí existe; pero está subordinado a los clanes. Si un padre de familia acuerda integrase a una organización, lo hace con las familias de sus hijos; e, incluso de sus hermanos. Por eso, poblaciones enteras se adhieren a uno u otro movimiento”, explica Francisco López Bárcenas, abogado, maestro en desarrollo rural y autor del libro San Juan Copala: dominación política y resistencia popular.

Timoteo Alejandro, considerado el “líder natural” del MULTI y, desde Yosoyuxi, principal sostén del Municipio Autónomo fuera de la cabecera de San Juan Copala, explica que las diferencias con el MULT comenzaron cuando las comunidades pidieron cuentas de la utilización de los recursos de los ramos 28 y 33 del Presupuesto de Egresos de la Federación a los líderes Heriberto Pazos Ortiz y Rufino Merino Salazar.

—Cuando estábamos con ellos, nunca supimos nada de ese dinero. Y ni obras ni nada se hacían aquí. Hasta la fecha, las comunidades del MULT siguen sin nada; son las más pobres. Y mientras, los líderes son ricos y ni viven en la región triqui; viven en residencias de lujo en Oaxaca.

De 44 años, complexión delgada, mirada taciturna, huaraches y camisa remangada, don Timo, como le dicen sus paisanos, muestra con orgullo las dos canchas de basquetbol, los 500 metros de cemento del camino principal y las obras en construcción: una bodega y una nueva aula para la escuela. Dice que Yosoyuxi recibe ahora anualmente 80 mil pesos del ramo 28 y 2 millones del ramo 33.

Durante casi dos años, el Municipio Autónomo vivió en paz. El conflicto inició cuando la Ubisort logró reactivar sus grupos armados. Para ello, habría regresado de Estados Unidos Toño Pájaro, a quienes los habitantes de San Juan Copala señalan como quien se encarga de reclutar y entrenar paramilitares. El 28 de noviembre de 2009 se le impidió el paso a una caravana de campesinos del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, de San Salvador Atenco, que iba a solidarizarse con las autoridades del Municipio Autónomo. Los habitantes de La Sabana bloquearon la carretera mientras un grupo armado desataba una balacera en el centro de Copala.

El 8 de diciembre, una columna armada de la Ubisort tomó el Palacio Municipal. Declaró que no había Municipio Autónomo, sino “agencia municipal” y colocó en el puesto a Anastasio Juárez Hernández. El 10 de marzo de 2010, los simpatizantes de la autonomía retomaron el palacio mediante una concentración masiva de mujeres y niños, según el vocero del Municipio Autónomo Jorge Albino.

Rosa Martínez, de alrededor de 70 años, estuvo ahí. Recibió un balazo de AK-47 que le atravesó el pie derecho. Nunca pudo reponerse del todo y camina con dificultad. La herida aún no cicatriza.

—Llegamos mujeres y niños porque habíamos hecho asamblea. Entramos y los sacamos; pero uno disparó –dice, evasiva. No quiere recordar el hecho.

La mayoría de los hombres involucrados en la organización del Municipio Autónomo ha sido emboscada. Algunos han resultado heridos; otros, muertos y otros han perdido a un hermano, un hijo, una pareja. No hay uno solo que no haya sido afectado por un grupo paramilitar.

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De 25 años de edad y bigote ralo, Albino muestra las cicatrices de una emboscada: siete balas de fusil de asalto automático AK-47 que se impactaron contra su cuerpo. Una de ellas permanece muy cerca de su columna vertebral. La emboscada ocurrió el 11 de mayo de 2006, en los albores de la constitución del Municipio Autónomo y cuando el iniciado activista contaba con 21 años de edad. Venía de la ciudad de Juxtlahuaca cuando fue emboscada la camioneta en que viajaba junto con otras dos personas: Adrián y Francisco Bautista. Adrián murió; Francisco salió ileso.

http://contralinea.info/archivo/2010/mayo/182/fotos/copala-zona/copala08.jpgA decir de los simpatizantes de la autonomía, los sicarios buscaban a Timoteo Alejandro Ramírez, responsable de la comunidad de Yosoyuxi ante el Municipio Autónomo, o “líder natural”, como le llaman en esa localidad. No lo encontraron; pero un par de meses después le hicieron una herida que aún le hace derramar lágrimas: su hijo primogénito, de 19 años, también nombrado Timoteo Alejandro, fue muerto en una emboscada en el paraje Cieneguilla, cerca de Copala. “Por eso debemos tener muchos hijos; si nos matan a unos, no nos quedamos sin nada”, comenta.

En noviembre de 2009, Gregorio Chávez, de 23 años, hijo de Gregorio Chávez Jiménez, responsable de la Escuela Albergue de San Juan Copala, fue baleado en el centro de esa población. “Qué bueno que (las emboscadas) fueran (con armas) de (calibre) 22; pero usan puro R-15 y cuerno de chivo”, dice el padre de una familia de 11 hijos. “Dos días que tuve a mi hijo en el hospital me costaron más de 20 mil pesos”, agrega.

Jorge Albino insiste en que los ataques no sólo provienen de grupos armados de la Ubisort, sino también del MULT.

—De hecho, ellos son más peligrosos porque saben hacer política. Si no estamos de acuerdo con ellos, ni nos amenazan; sólo nos emboscan y nos matan. Y hasta tienen discurso de izquierda y son adherentes a La Otra Campaña (como también lo es el MULTI).

La principal preocupación de la abuela Macaria Merino Martínez, de 80 años de edad, es que muera sin que haya quien la sepulte y le rece. Está sola en ésta, su comunidad de San Juan Copala, o, como ella le dice, Chuma’a, el pueblo de todos los triquis.

—No tengo hambre; pero me trago la tortilla a fuerzas; no hay dinero para velas ni flores, ni caja de muerto… Y quién me va a llevar al panteón. No me puedo morir ahorita.

Cabeza blanca, huipil con listones a la espalda y sandalias negras, termina por compadecerse de Tatachú, el protector de los triquis.

—Los santos también tienen hambre, pues no hay quien les ponga veladora ni les lleve flores. Ellos se alimentan de eso. Tatachú también está sufriendo como triqui. Cuánto tendrá que pagar la Ubisort por eso…

El profesor jubilado Miguel Ángel Velasco, indígena triqui de 52 años de edad y originario de esta población, va de la tensión a la tristeza y luego a la determinación: “Voy a resistir; mejor me muero en la puerta de mi casa que fuera de mi pueblo”.

Desde que inició el sitio de San Juan Copala, todo ingreso o salida se realiza por el monte de esta Sierra Triqui. Selváticos, con platanares y enredaderas en las partes bajas, en las altas los cerros se convierten en fríos bosques de ocotes y encinos. Cañadas y laderas donde continuamente se realizan emboscadas son atravesadas en completa oscuridad por hombres y mujeres, que lo mismo huyen de esta población o resisten el asedio.

Una vez que se ha salido o ingresado de San Juan Copala, las descargas de los francotiradores arrecian en todas direcciones, principalmente hacia donde se escucha ladrar a los perros. Los paramilitares no escatiman balas.

Las cartas deciden la suerte de los triquis

Las manos de Eustolia Álvarez de Jesús colocan cuatro hileras de 10 cartas sobre una mesa de madera desvencijada. El as de oros representa a la vecina población de San Juan Copala. El rey de oros, el caballo de copas y el caballo de oros, a los hombres que desean aventurarse por la cabecera del Municipio Autónomo, erigido el 20 de enero de 2007 por una decena de comunidades de la región triqui baja. El veredicto de la joven mujer es contundente e inapelable: hay mala suerte; no pueden ir. No hay triqui que desobedezca o, como dicen entre sí, “se ponga necio”.

Hay quienes deben aguardar semanas enteras hasta que “la suerte” les favorece. Sólo entonces, en completa oscuridad, se ponen en marcha. Atraviesan un monte enmarañado. Evitan las veredas tradicionales para no ser blanco fácil de los paramilitares, quienes, por turnos, acechan día y noche los caminos a la población sitiada. Muy pocos se atreven a desafiar la vigilancia de los grupos armados. Cuatro de cada cinco han sufrido una emboscada alguna vez. Varios de ellos albergan aún una bala en su cuerpo.



cuando una mujer avanza no hay hombre que retroceda

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El cambio verdadero vendrá. Sin violencia, democráticamente llegará. La fuerza de millones de mexicanos que ya exigen con impaciencia una nueva realidad, lo hará surgir por el bien de todos. López Obrador representa el cambio verdadero. Escúchalo. Sólo el pueblo puede salvar al pueblo. Partido del Trabajo

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ACTIVIDADES DE LA RESISTENCIA

  • “INSTRÚYANSE, PORQUE NECESITAREMOS TODA NUESTRA INTELIGENCIA. CONMUÉVANSE, PORQUE NECESITAREMOS TODO NUESTRO ENTUSIASMO. ORGANÍCENSE, PORQUE NECESITAREMOS DE TODA NUESTRA FUERZA” Antonio Gramsci