México: tienda Liverpool encubre asesinato de empleada
Laizquierdadiario. El
15 de noviembre pasado, justo un día antes de la celebración de El Buen
Fin (evento comercial celebrado cada año en México), en la sucursal de
Liverpool ubicada en el centro comercial Perisur, en la ciudad de México
fue asesinada Angélica Trinidad Romero Severiano en el interior de un
baño que utilizan los empleados de limpieza.
Los directivos de la tienda departamental, al percatarse de los
hechos, lejos de coadyuvar con las autoridades para tratar de resolver
este crimen, alteraron la escena del homicidio y buscaron la manera de evitar el escándalo.
Omar Robles, primo de Angélica Trinidad, denunció en una entrevista
una serie de irregularidades con las cuales el personal jurídico de
Liverpool pretendió detener las investigaciones.
Robles afirma que Angélica, madre de una niña de dos años, terminaba
su turno de limpieza cerca de las diez de la noche y después solía
dirigirse a su casa, pero la noche de ese sábado nunca llegó. Su cuerpo
fue encontrado el domingo 16 de noviembre a las 7 de la mañana en el
interior de un baño, por personal de la tienda. El cuerpo de la joven
presentaba muestras de golpes, principalmente en la cabeza, sin embargo
los directivos de la tienda, lejos de llamar a las autoridades iniciaron
una serie de turbias maniobras para tratar de deslindarse del crimen.
Omar Robles narra que la empresa contrató a un médico particular para
que expidiera un certificado de defunción, consignando como causa de
muerte un infarto fulminante. Además, dio fe de que el lugar de su
muerte fue su domicilio particular, no la tienda; después solicitaron a
funerales Gris con ubicación en la delegación Tlalpan, que retiraran el
cuerpo y lo cremaran.
Liverpool jamás dio aviso al Ministerio Público de Tlalpan para que
hiciera las diligencias del levantamiento del cadáver, como asegurar la
escena del crimen y levantar pistas del probable asesino.
Cuando el personal de Liverpool pensó que tenía resuelto el problema,
llamaron a la familia y les avisaron que Angélica, de 24 años, había
muerto un día antes por un infarto, pero que no tenían de qué
preocuparse pues ya la estaban preparando en una funeraria privada,
cuyos gastos de cremación absorbería la empresa.
La familia, al tener
conocimiento, rápidamente se trasladó al lugar y evitó que se cremara el
cuerpo, no sin tener que, textualmente, pelear con los empleados de
funerales Gris para que les permitieran ver el cuerpo de Angélica.
Las sospechas y dudas se iniciaron cuando al llegar a la funeraria
una de sus primas notó que la cabeza de Angélica tenía moretones,
quitaron el maquillaje del cadáver y descubrieron una profunda herida y
otros rastros de violencia.
La familia pidió la intervención del Ministerio Público de Tlalpan
para que tomara conocimiento del caso. Oscuramente el agente adscrito se
resistió a realizar la diligencia. Cuando por fin lograron que el
cadáver de Angélica Trinidad fuera llevado al Servicio Médico Forense
del Distrito Federal, las autoridades determinaron que presentaba
heridas defensivas en el pecho y abdomen, además se rechazó la versión
del infarto.
A pesar de todas estas irregularidades, la empresa Liverpool se ha
negado a entregar los videos de vigilancia de ese día, incluso su
personal jurídico amenazó a los familiares de Angélica Trinidad y les
advirtió que “si querían perder el tiempo, que lo hicieran”.
“Nosotros no buscamos dinero, lo que deseamos es que se capture al
culpable. ¿Cómo es posible que Liverpool permita que un asesino esté
suelto, impune, que esto pase en sus tiendas? ¿A quién protege
Liverpool?”, concluyó Omar Robles.
"Cuando una mujer avanza no hay hombre que retroceda"
No hay comentarios:
Publicar un comentario