Un país de cínicos
José López Portillo, ex presidente de México, en su momento sentenció: “lo peor que puede pasarnos es convertirnos en un país de cínicos”, y justo eso es lo que se registra día a día en todas las páginas: el cinismo formará ya parte de la historia. Para comprobarlo basta revisar y señalar las declaraciones de Felipe Calderón ante la Organización de las Naciones Unidas; las del secretario de Hacienda, José Antonio Meade, ante el pleno de la Cámara de Diputados; las del aspirante presidencial panista Ernesto Cordero retando a debatir al ex gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto; las del ex líder panista Manuel Espino buscando la candidatura presidencial de Acción Nacional; las de varios aspirantes a la primera magistratura de la Nación, de todos los partidos; las de ex gobernadores; las de comunicadores; o simplemente presenciar el “valemadrismo” de los diputados federales quienes no lograron el quórum suficiente para continuar con la comparecencia del titular de Hacienda.
Y es que de ninguna otra manera puede verse la declaración de don Felipe Calderón en la Asamblea General de la ONU que advierte: “el crimen organizado mata más gente que todos los regímenes dictatoriales juntos”. O sea que ya con eso se le tapó la boca a todos los que advertimos sobre la masacre que se ha efectuado durante su gobierno. Así, cuando se señala que ya suman más los cadáveres en nuestro territorio que los que quedaron sembrados en otras Naciones que enfrentaron guerras para derrocar gobiernos por la intromisión estadounidense, no hay sino que consolarse con lo dicho por el michoacano y aceptar que así son las cosas y ni modo.
Es esta la forma más fácil que encontró el inquilino de Los Pinos de intentar desprenderse de cualquier acusación a futuro sobre estos crímenes cometidos en contra no solo de narcotraficantes, de quienes algunos consideran que merecen la muerte sin más ni más, en tanto que otros refieren que para eso están las leyes para que antes de ser masacrados sean juzgados y si se les quiere matar pues que se cambien las leyes y se apruebe la pena de muerte. Resultan sus palabras una pretendida defensa para no ser incluido en la lista de gobernantes que cometen crímenes de lesa humanidad, sobre todo si tales palabras surgen 48 horas después de que Ernesto Zedillo descubriera que ha sido señalado en una corte internacional por la matanza de Acteal.
De un total cinismo fueron esas declaraciones cuando se ha negado, una y otra y otra vez, a cambiar la estrategia contra los cárteles de la droga y demás organizaciones criminales, a pesar de las decenas de muertos, de los nulos resultados en el desmembramiento efectivo de las bandas, del incremento de adictos en el país y de los efectos que la inseguridad tienen en nuestra economía y la ampliación de los segmentos poblacionales de pobreza y miseria.
De un total descaro fue su llamado a las naciones consumidoras de estupefacientes, Estados Unidos y Europa, principalmente, para reducir la demanda de drogas y adoptar mecanismos que lleven a disminuir las exorbitantes ganancias que deja el narcotráfico en las redes criminales, cuando poco o nada se hace en México en contra del lavado de dinero, centrado principalmente en el mercado de valores y el sistema financiera mexicano en su conjunto, en donde no se le da ni siquiera un seguimiento mínimo al manejo de fortunas inexplicables que de la noche a la mañana se convierten en ganancias lícitas y formales. En un país donde el titular del Ejecutivo ni siquiera propone un presupuesto para invertir en la prevención o en la rehabilitación de quienes tienen inclinaciones por los narcóticos
Cínico fue también su exhorto en Nueva York a la propia Organización de las Naciones Unidas para que hagan valer el tratado que pugna por controles para frenar la venta ilícita de armas, cuando no se hace nada en las fronteras y aduanas mexicanas para evitar este tráfico y que en escándalos y operaciones encubiertas como “Rápido y Furioso”, las autoridades (in) competentes, como la procuradora general de la República, Marisela Morales, se queden en la queja y el lamento de que se trató de una “traición” de las autoridades norteamericanas que promovieron y protegieron toda la operación.
Así como se demanda que sean ellos, los EU en principio, los que cierren sus fronteras al paso de los estupefacientes, los vecinos podrán alegar que México cierre las suyas al paso de las armas. O sea tan corruptos de un lado como del otro y ahí está el mero nudo del asunto: las fronteras, las aduanas, los puertos, los aeropuertos, pero también esas instituciones bancarias que le ponen mil y una trabas a quienes hacen depósitos normales o abren cuentas de todo tipo pero que no conocen de ninguna limitante cuando se trata de los depósitos en grande, de los grandes clientes, de los que lavan y planchan miles de millones de dólares.
De otra forma no puede explicarse como con tanto cinismo pueden en Colombia hablar de que el “Chapo” Guzmán tiene 250 millones de dólares en propiedades y Forbes advierte que su capital supera los mil millones y parece que ni unos ni otros saben ni se acercan siquiera a la fortuna que realmente debe tener el tal Joaquín. ¿Y la hizo solito o en complicidad con los gobiernos tanto de EU como de México, como de Colombia, como de los países a donde ha extendido todo su mercado? Esas complicidades que lo mismo se dan en el campo de la droga que en las concesiones de todo tipo incluyendo las de mineras, las de la energía eléctrica, las del petróleo, son las que ya agotaron a los políticos, la política, la economía, la producción nacional y al país mismo.
No hay otro renglón sino el que se advierte dentro del cinismo el que mete a la Interpol a buscar a seis colaboradores de Ulises Ruiz, el ex gobernador de Oaxaca en tanto a él lo dejan libre. Las acusaciones hablan de presuntos responsables de desvíos de varios millones de pesos del erario y ¿don Ulises? ¿El no tiene ninguna responsabilidad?. ¿sí que alcanzó a acordar y bien con el difuntito ex titular de Gobernación, Juan Camilo Mouriño? Buscan al titular de finanzas y al de obras públicas, Miguel Ángel Ortega y Félix González, respectivamente, como los principales y ya se verá hasta cuanto aguantan antes de confesar que todo lo hecho fue bajo la orden expresa del entonces gobernador.
Con cinismo es con lo que se condimentaron las palabras de Calderón. Y ese es el mismo ingrediente que llevó a los señores magistrados de la Suprema y “tremenda” Corte a dictaminar que se cobre el ISR al salario mínimo y ya sin discusión alguna pues se trata de prácticamente de una orden; es lo que seguramente los llevó a la aprobación del cobro de intereses sobre intereses; es lo que les impide intentar poner orden en lo económico, sobre todo en los asuntos bancarios con la exigencia de que la Comisión Nacional Bancaria cumpla con su función de regular operaciones, comisiones, intereses.
Un gran, enorme cinismo es el que mantienen los dirigentes de las centrales obreras y de la clase trabajadora al no emitir pronunciamiento alguno sobre el dictado de la Corte. Estos sujetos al igual que los togados ya tienen el estómago satisfecho, el futuro asegurado, sus hijos y sus nietos estudian en las mejores escuelas del extranjero, su vida privada está en orden con una, dos o tres casas ya bien instaladas y comprendidas unas con otras, el mundo en el que habitan los alejan totalmente de sus tiempos de estudiantes, de los inicios de sus carretas, de sus luchas sindicales, de otros pensamientos para situarlos en la primera fila del cinismo con el que siguen incrementando sus fortunas personales, las de sus familiares, las de sus compadres y amigos a costa de quienes van recibiendo cada vez menos para ir sobreviviendo.
CINISMO CAMARAL
También con total cinismo se comportó el nuevo secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, ante el pleno de la Cámara de Diputados en donde sostuvo que México mantendrá su crecimiento este año y el próximo, a pesar del entorno de volatilidad y de incertidumbre de la economía. La realidad es que resentimos un severo “desaceleramiento” en la economía, que de acuerdo con las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reflejará en una “contracción” que hará que el Producto Interno Bruto (PIB) del país crezca sólo a 3.8 por ciento este año, es decir una reducción de 1.6% con respecto al año pasado. La desaceleración continuará el próximo año cuando se estima un crecimiento de 3.6 por ciento en el mejor de los casos, lo que de todos modos representa un decrecimiento de 0.2 por ciento del PIB.
Es solamente en medio de un gran cinismo que puede hablarse de la protección a la macroeconomía con un peso que se está devaluando con alarma, que cierra el dólar a 13.72 pesos a la venta y 13.22 a la compra en Banamex, es decir un disparo de 40 centavos en operaciones al menudeo; que puede presumirse de la creación de empleos inexistentes o de una protección social que tampoco aparece por ninguna parte; que puede hablar de adecuadas políticas económicas, cuando los mexicanos tienen que desembolsar hasta 210 mil millones de pesos sólo el año pasado a consecuencia de la delincuencia y casi una cuarta parte de la población mayor de edad, fueron víctimas de la delincuencia común.
Con una desvergüenza total, ese funcionario se atreve a defender un aumento en conjunto para las instituciones militares, de procuración de justicia y de seguridad de 147 mil millones de pesos, 11 por ciento más en términos reales al gasto para este año en este rubro, con el argumento de que serán recursos para enfrentar y someter a los criminales”, algo que a lo largo de estos últimos cinco años no lo hemos visto por ningún lado. La verdad es que en el actual sexenio el gasto en seguridad publica se ha incrementado en más de 100 por ciento. Así, con desfachatez, Meade asegura que la política contra el crimen organizado se reforzará con la reconstrucción del tejido social, vinculándolo con el gasto de combate a la pobreza, el rescate de espacios públicos y la prevención de adicciones. ¿En qué país porque en México no?
Pero también la actitud de los legisladores federales fue de reprobarse este miércoles en el Palacio Legislativo de San Lázaro. La sesión fue convocada exclusivamente para la comparecencia del titular de Hacienda, quien fue recibido con abrazos y besos por los diputados y diputadas del PRI, que le hicieron valla en el pasillo central. Sin embargo, el interés de los legisladores se reflejó en que sólo había 371 de los 500 al inicio de su comparecencia, los cuales se redujeron a únicamente 172 a la hora de la votación a los cambios al formato acordados por priistas y panistas, pues los del PRD y PT evitaron sufragar. Así, no se logró el quórum de 251 diputados requerido, con lo que el presidente de la Cámara dio por terminada la sesión y citó para este jueves al pleno.
DESCARO AZUL
Desvergüenza se evidencia en el aspirante presidencial del PAN, Ernesto Cordero, al retar a debatir al ex gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, durante una gira por el Estado de Oaxaca, en donde aseguró que han sido los gobiernos estatales priistas los que han cometido los mayores endeudamientos y quebrantos financieros, cuando el total de la deuda del sector público de México, que incluye la del Gobierno y la de las empresas estatales, se situó al cierre de junio pasado en 389 mil 544 millones de dólares, cifra 8.2 por ciento superior a la de diciembre pasado cuando se ubicó en 359 mil 749 millones de dólares. La deuda interna representa el 22.2% del PIB, mientras que la deuda externa representa el 9.1 por ciento del PIB. ¿Con qué cara habla Meade del endeudamiento de los estados?
Cínico también se muestra el ex dirigente nacional del PAN, Manuel Espino Barrientos, al anunciar en Reynosa, Tamaulipas, que buscará la candidatura del Acción Nacional a la Presidencia de la República, aunque ya no forme parte de las filas de ese partido. Espino argumenta que “malos panistas” ponen en riesgo la elección de 2012, olvidando su propio papel durante las elecciones federales pasadas a las ordenes de Vicente Fox cuyo intervencionismo puso en peligro los comicios presidenciales. También acusa que el país se encuentra en riesgo con la política suicida de lucha contra la delincuencia que ya ha cobrado más de 50 mil víctimas, cuando no hizo nada para cambiar las acciones de gobierno a pesar de que llegó a formar parte del círculo gobernante.
Ya en un plan más coloquial, el cinismo aparece en la figura del conductor Carlos Loret de Mola, ya sin calidad moral para hacer ningún cuestionamiento de orden familiar o personal a sus entrevistados después del idilio en el que fue descubierto; aunque poco importa un detallito así cuando uno de los aspirantes a la Presidencia renegó de una hija y se burló de la esposa además de saquear los bolsillos del suegro, es decir Santiago Creel; pero el señor del copetito, Enrique Peña Nieto, no se queda atrás al contraer nupcias religiosas con una actriz que tuvo un matrimonio valido de toda validez y a la que decidieron anulárselo porque fue en la playa, en un lugar en el que se han casado miles y miles de parejas, además de cargar sobre sí una dudosa muerte; como tampoco puede hablarse de quien ya lleva dos matrimonios y hasta ahora un arrejunte en su haber como es el caso de Marcelo Ebrard. Si no puede con una mujer, ¿cómo le va a hacer con las más de 50 millones que tiene este país? Así pues ya estamos en el país de los cínicos en el que se conoce a la moral como el fruto que da el árbol de las moras.
"Cuando una mujer avanza no hay hombre que retroceda"
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