Autor: Ramiro Asunción
La jornada electoral para renovar el
Consejo Universitario y los consejos de plantel de la UACM, órganos de
gobierno de la institución, mostraron un claro y contundente rechazo a
la gestión de la rectora Esther Orozco. De los 55 puestos en disputa, de
un Consejo integrado por 60 espacios con voz y voto, planillas críticas
a la rectora ganaron, al menos, 33 lugares. Los restantes 22 se dividen
entre simpatizantes orozquistas, estudiantes y profesores “neutrales” y
grupos que han roto alianzas con la científica chihuahuense.
De los cinco consejos de plantel, cuatro
fueron ganados por una mayoría de uacemitas que no avalan el desastre
administrativo de la rectoría. El consejo restante, que corresponde a
Casa Libertad, quedó sólo con dos miembros, quienes tampoco se ubican en
el grupo pro rectora y, por su número, no podrá tomar posesión para
fungir como órgano colegiado.
Ante la pérdida de apoyo expresado por
la vía electoral, el Consejo Electoral que se encargó de revisar
impugnaciones y se convirtió en juez y parte al estar integrado por
fieles ex consejeros abyectos a Esther Orozco, anuló de manera ilegal
nueve fórmulas no orozquistas y, como en las olimpiadas, otorgó la
“victoria” a quienes quedaron rezagados en tercer y cuarto lugar en la
intención del voto. En dicho Consejo participaron Adalberto Robles
Valadez, quien en junio pasado calificó al diario La Jornada como un
medio “porril”; Luis Miguel Hernández Ruiz, quien desde mayo de 2011 a
la fecha se encuentra en la nómina del Instituto de Ciencia y Tecnología
del Distrito Federal (ICyT) del cual Orozco fue su directora de 2007 al
2010; y Julio César Chávez Bravo, ex precandidato a una diputación
federal por una corriente política minoritaria del PRD en Ecatepec. Los
tres han sido beneficiados a través de favores políticos concedidos por
Esther Orozco.
Los argumentos para invalidar las
candidaturas ganadoras son endebles, ridículos y, en consecuencia,
completamente risibles. A cuatro consejeros estudiantes electos de los
planteles San Lorenzo Tezonco y Cuautepec se les acusa por haber hecho
propaganda electoral, cuando en el último caso, el día de la elección,
el recinto educativo amaneció tapizado con propaganda negra en contra de
los candidatos estudiantes del Colegio de Humanidades y Ciencias
Sociales quienes obtuvieron el voto mayoritario de su sector. A un
estudiante del plantel Del Valle, del posgrado en Derecho Humanos, se le
anuló porque de las cinco materias que cursa, no todas corresponden al
semestre que “debería” cursar. A la planilla del plantel Casa Libertad,
también de estudiantes del Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales,
se le acusa por alzar la voz ante las irregularidades propiciadas por el
Colegio Electoral y los ex consejeros afines a la rectoría. El caso más
escandaloso es el del Centro Histórico, a uno de los consejeros
electos, estudiante de la licenciatura en Comunicación y Cultura, se le
acusa a partir de un reportaje amarillista del diario La Razón de haber
cometido un delito y ser “prófugo de la justicia”, cuando la resolución
del caso en tribunales dio por sentado que tal delito nunca existió y,
por tanto, al estudiante se le otorgó la absolución. Por el sector
académico, fueron anuladas dos planillas ganadoras en el plantel
Cuautepec bajo el argumento legaloide de irregularidad en el registro de
una planilla ¡perdedora! del mismo sector y Colegio.
No contentos con tirar estas nueve
fórmulas que ganaron mayoría en las urnas, los integrantes orozquistas
del Consejo Electoral subieron a cinco planillas perdedoras. Se trata,
por el plantel Cuautepec, de Jacobo Venegas, quien ha sido denunciado en
la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal por amenazar a
estudiantes críticos a la rectoría. Malaquías Bazán, hermano de un ex
consejero saliente y aliado a la rectora Orozco, también fue reconocido
como “ganador”. Por el plantel Centro Histórico se impuso a Araceli
Mondragón quien obtuvo una votación tres veces menor a las planillas
legalmente electas y, además, es la pareja sentimental de Luis Miguel
Hernández, integrante del Consejo Electoral. En plantel Del Valle se le
otorgó la victoria al estudiante Eduardo Rojo, parte del grupo político
de la ex consejera orozquista Liliana Mendoza. En Casa Libertad, otro
aliado a la rectora se le dio el “triunfo”, se trata de Luis Alberto
Amaya.
Esta jugarreta, acompañada de la
“instalación” ilegal del Consejo Universitario efectuada el día de ayer
en el plantel Cuautepec bajo gritos de fraude electoral, ha despertado
la indignación de la comunidad universitaria, particularmente
estudiantil. La ilegalidad en la instalación del Consejo descansa en la
violación a los artículos 37 y 42 del Reglamento del Consejo
Universitario, los cuales indican que, para sesionar, se requiere de la
verificación del quórum, el cual se compone por la mitad más uno de
consejeros de cada uno de los sectores. En el caso de los académicos,
ayer sólo se presentaron 12 titulares, cuando el número mínimo para
tener quórum legal es de 16. De esta forma los acuerdos tomados el día
de ayer son ilegales.
La rectora Esther Orozco, acusada de
corrupción y tráfico de influencias en el ICyT y en la UACM, ha generado
un nuevo conflicto en la Universidad. La defensa del voto se ha
convertido en el eje de lucha de esta nueva etapa del movimiento
universitario que busca fortalecer la autonomía, la legalidad y la
institucionalidad universitaria. Por lo pronto, en todos los planteles
se han instalado asambleas permanentes y se ha programado un primera
marcha, para este martes 28 de agosto, la cual partirá del plantel
Centro Histórico, a las 16.00 hrs., con destino la rectoría de la UACM
ubicada en el plantel Del Valle.
Esther Orozco se ha obstinado en
amargarle la salida de la Jefatura de Gobierno a Marcelo Ebrard. ¿Hasta
cuándo le pondrá un alto el “mejor” alcalde del mundo?
"Cuando una mujer avanza no hay hombre que retroceda"
No hay comentarios:
Publicar un comentario