La esclavitud en las prisiones de Estados Unidos
9 Noviembre 2012, Cubadebate, Cuba Un recluso en prisión de Oklahoma Las 25 noticias más censuradas en Estados Unidos (IX)
“En
este momento, los presos de establecimientos penitenciarios federales
de todo el país están haciendo piezas para misiles Patriot. Al empezar,
les pagan 23 centavos de dólar por hora (1,84 dólares por un día de
trabajo de 8 horas) y pueden llegar a un máximo de 1,15 la hora por
fabricar productos electrónicos que controlan la propulsión, dirección y
puntería de los sistemas de misiles guiados de Lockheed Martin PAC-3,
que originalmente se hicieron famosos en la primera guerra del Golfo
Pérsico. ¿Está sorprendido? Yo también”.
Así
comienza el llamativo primer párrafo de una extensa nota del periodista
e investigador financiero Justin Rohrlich, publicada el 7 de marzo de
2011 en el World in Review (Minyanville.com) con el título “Why are Prisoners Building Patriot Missiles? (¿Por qué los Presos están Construyendo Misiles Patriot?).
Esta
escalofriante noticia pasó de largo porque fue ignorada por los grandes
medios comerciales estadounidenses e internacionales.
La sobre-explotación de mano de obra cautiva era
algo que sólo harían los chinos para competir con precios más bajos en
el mercado mundial, según la recurrente propaganda informativa de los
sistemas trasnacionales de noticias. Pero fue sacada a la luz pública
este año, por lo menos para conocimiento de los medios alternativos y
ciudadanos del mundo interesados en estos grandes temas, por el Proyecto
Censurado de la Universidad Sonoma State de California a partir de otra
nota de Sara Flounders, publicada el 6 de junio 2011 en el periódico
Workers World (Trabajadores del Mundo), bajo el título “The Pentagon and Slave Labor in U.S. Prisons” (El Pentágono y el Trabajo Esclavo en las Prisiones de Estados Unidos).
“Los presos ganan 23 centavos por hora en las prisiones federales de Estados Unidos fabricando componentes de alta tecnología electrónica para misiles
Patriot Advanced Capability 3 (Patriots de Capacidad Avanzada 3),
lanzadores para el sistema TOW (Tube-launched, Optically tracked,
Wire-guided, o Tubo lanzador, Seguimiento óptico, Guiado por cable), misiles anti-tanque y otros sistemas de proyectiles guiados”, escribió Flounders en el primer párrafo de su nota en Trabajadores del Mundo.
“Vale la pena examinar más de cerca las implicaciones de este hecho
ominoso en un artículo de marzo del periodista e investigador financiero
Justin Rohrlich, del World in Review (Minyanville.com)”, añadió la periodista… y fue lo que hicimos.
Estados Unidos tiene aproximadamente el 5 por ciento de la población del mundo. Pero muy pocos saben que sus prisiones mantienen en encierro a más del 25 por ciento de toda la gente encarcelada en el planeta. Y
también ignoraban que muchos de estos presos trabajan para el complejo
militar industrial que abastece al Pentágono hasta por 23 centavos de
dólar la hora, o tarifas similares. Sólo se libran de esta expoliación de mano de obra
tan barata como la esclava, miles de presos en reclusión solitaria, a
menudo confinados por castigos disciplinarios aplicados a faltas de baja
importancia.
“La
expansión del uso de industrias de prisión, que pagan salarios de
esclavitud como una forma de aumentar los beneficios de las gigantescas
corporaciones militares, es un ataque frontal a los derechos de todos
los trabajadores”, escribió Flounders. “El trabajo
penitenciario –sin protección sindical, ni pago de horas extras, sin
días de vacaciones, pensiones, prestaciones, protección de salud y
seguridad, o retención de la Seguridad Social– también fabrica
componentes complejos para aviones de combate F-15 de McDonnell
Douglas/Boeing, F-16 de General Dynamics/Lockheed Martin y helicópteros
Cobra de Bell/Textron”.
PRODUCCIÓN PRESIDIARIA HIGH-TECH
El
trabajo penitenciario produce gafas de visión nocturna, chalecos
antibalas, uniformes de camouflage, aparatos de radio y comunicaciones y
sistemas de iluminación y componentes para armas antiaéreas acorazadas de 30-mm a 300 mm, así como rastreadores
de minas terrestres y equipamiento electro-óptico telemetría láser para
vehículos de combate BAE Systems Bradley. Los presos reciclan equipos
electrónicos tóxicos y revisan los vehículos militares”, añadió Flounders en el periódico de los trabajadores (1).
Justin Rohrlich escarbó la basura para indagar cómo funciona este negocio de las penitenciarías. Está manejado por Industria Prisiones Federales (en inglés, Federal Prison Industries, FPI, o Unicor, su marca comercial desde 1977)
de la Oficina de Prisiones, una corporación cuasi-pública, “sin fines
de lucro”, clasificada como la N° 39 entre los grandes contratistas del
gobierno de Estados Unidos.
El trabajo carcelario federal que contrata Unicor
se desarrolla en 14 fábricas de prisiones, donde más de 3.000 presos
fabrican equipos electrónicos de comunicación para uso en tierra, mar y
aire. En total, Unicor gestiona 110 fábricas en 79 centros penitenciarios federales. También está inserta en el “socialismo corporativo” de Estados Unidos porque la financia el gobierno, por una decisión del Congreso adoptada en 1934, cuando fue creada como “herramienta de rehabilitación para enseñar habilidades del mundo real de trabajo para los presos federales”, recordó Rohrlich.
Unicor asegura que sus programas penitenciarios de trabajo no afectan negativamente a las empresas del sector privado y siempre ha sido bastante bien sabido que los reclusos hacen de todo, desde señales de tráfico, bancos de parques, placas vehículos, mobiliario para oficinas federales como la Administración de Veteranos y Departamento de Defensa, pero
el sofisticado programa de alta tecnología accesoria de misiles,
aviones, carros de combate, etcétera, había pasado casi desapercibido, hasta ahora.
La población carcelaria de Estados Unidos es la más grande del mundo, pero crece a tal ritmo que en los últimos 30 años se quintuplicó. Además, es un pingue negocios para el sistema privado de prisiones, que cobra “por cama” y además percibe ganancias por sus negocios de mano de obra esclava con Unicor. Cuando asumió Ronald Reagan, en 1980, había 400.000 presos; hoy superan los 2,3 millones.
COMPETENCIA DESLEAL
Nate C. Hindman, del The Huffington Post, informó el 15 de agosto 2012 que Michael Mansh, presidente de la pequeña fábrica de ropa Ventas y Servicio Ashland, en Olive Hill, Kentucky, en un caso que incluso apareció en CNNMoney, se
enteró en febrero que su empresa de 100 personas corría el riesgo de
perder un contrato para fabricar cazadoras destinadas a la Fuerza Aérea
de Estados Unidos. La amenaza se llamaba Unicor. Durante
décadas, las pequeñas fábricas de Estados Unidos vienen luchando contra
operaciones administradas por el gobierno que subcontratan mano de obra
estadounidenses tras las rejas. Y
la tensión crece bastante por este rol “socialista” del gobierno que
socava la necesidad de crear empleos proclamada por… el mismo gobierno.
Ashland, que es el principal empleador en Olive Hill, estuvo a punto de cerrar. Mansh le dijo a CNNMoney
“Somos 100 personas que compran comestibles. Usamos empresas de
transporte de la ciudad, compramos piezas y bombillos allí todos los
días (…) Eso está todo perdido cuando las cárceles nos quitan los
contratos”. Sólo la presión mediática puso en marcha a los
legisladores locales, quienes consiguieron que Unicor diera marcha atrás
y cediera el contrato. Al final, todos fueron felices.
La
mano de obra esclavo-carcelaria perjudica a los trabajadores, daña a la
pequeña y mediana industria y sólo favorece a las grandes corporaciones
del complejo militar industrial que trabajan para que su principal
cliente, el gobierno de Estados Unidos de cualquier signo político,
consumiendo siempre esas armas pueda imponer la “guerra permanente” que mantiene a través de la historia, y hoy Obama-Clinton promueven en Siria, escondiendo la mano. De paso, esta implacable política imperial trae a la mente la idea de la “revolución permanente” de Trotsky.
Ernesto Carmona es periodista y escritor chileno.
Notas
y referencias:
1) ver video de Vehículos Bradley en acción en:
http://www.baesystems.com/video/BAES_020231/bradley-vehicles-in-service
- Justin Rohrlich, Why are Prisoners Building Patriot Missiles? 7 de
marzo 2011
http://www.minyanville.com/businessmarkets/articles/defense-industrial-base-defense-budget-defense/3/7/2011/id/33198?page=full
-
Sara Flounders, “The Pentagon and Slave Labor in U.S. Prisons,” Workers
World, June 6, 2011,
http://www.workers.org/2011/us/pentagon_0609/
- The Huffington Post | Por Nate C. Hindman
Publicado: 08/15/2012 11:54 am Puesta al día: 15/08/2012
http://www.huffingtonpost.com/2012/08/15/unicor-prison-labor_n_1778765.html
-
James Ridgeway and Jean Casella, “Cruel and Usual: US Solitary
Confinement,” Al Jazeera English, March 19, 2011,
http://www.aljazeera.com/indepth/features/2011/03/201137125936219469.html.
-
http://www.mediafreedominternational.org/2011/11/07/prison-slavery-in-today’s-u-s-a/
-
http://www.mediafreedominternational.org/2011/04/04/solitary-confinement-in-the-us-cruel-and-usual-punishment/
Estudiantes
investigadores: Leta Frolli y Taylor Wright (Sonoma State University)
"Cuando una mujer avanza no hay hombre que retroceda"
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