DESTACA LA VIGENCIA DE AMLO
Pocos, por no decir nadie, por lo menos que yo recuerde, ha recibido una critica tan rotunda, continua, masiva y despiadada como Andrés Manuel López Obrador. No hay día que no aparezca algún artículo o comentario en los medios atacándolo (en muchos es una notable y delirante obsesión); no hay semana que yo no reciba algún correo electrónico: algunos anónimos y otros reproduciendo comentarios, artículos o cartas de analistas y conductores de programas de tv. El tono casi siempre es el mismo: cero argumentos, chismes banales sin sustento, abundancia de adjetivos, vocabulario vulgar e intolerancia extrema.
Nadie está bajo una lupa tan extrema (más bien del microscopio), en cada movimiento que hace, cómo se viste, qué zapatos se pone, dónde come, qué carro usa y qué gasolina le pone. Y sin embargo, de nada grave y cierto se le puede acusar. Su actuar es franco abierto y público.
Cualquier personaje de la vida publica, y especialmente de la política, por muchísimo menos que esto ya habría sido declarado como político desaparecido. Sin embargo, AMLO está vigente y su influencia es total, al grado de haber marcado frecuentemente la agenda. Ha hecho pronósticos acertados y propuestas importantes, y en muchos casos tan relevantes que ha revertido decisiones de gran importancia. Es realmente un cogobierno desde la oposición y la memoria viva de una injusticia que no debe volver a suceder en México.
No hay actualmente ningún político tan cerca del México real, que conozca y ame tanto sus entrañas profundas, sus rincones más apartados y las angustias más olvidadas. Esto y la congruencia de su pensamiento y acciones es lo que le da la fuerza y legitimidad a su vigencia.
No pertenezco a ningún partido político, ni estoy afiliado al movimiento de AMLO. En esta época de decadencia y de incierto parto con dolor para México, de pocas cosas puede uno estar orgulloso, pero entre esas pocas para mi, están la UNAM y AMLO.
Nadie está bajo una lupa tan extrema (más bien del microscopio), en cada movimiento que hace, cómo se viste, qué zapatos se pone, dónde come, qué carro usa y qué gasolina le pone. Y sin embargo, de nada grave y cierto se le puede acusar. Su actuar es franco abierto y público.
Cualquier personaje de la vida publica, y especialmente de la política, por muchísimo menos que esto ya habría sido declarado como político desaparecido. Sin embargo, AMLO está vigente y su influencia es total, al grado de haber marcado frecuentemente la agenda. Ha hecho pronósticos acertados y propuestas importantes, y en muchos casos tan relevantes que ha revertido decisiones de gran importancia. Es realmente un cogobierno desde la oposición y la memoria viva de una injusticia que no debe volver a suceder en México.
No hay actualmente ningún político tan cerca del México real, que conozca y ame tanto sus entrañas profundas, sus rincones más apartados y las angustias más olvidadas. Esto y la congruencia de su pensamiento y acciones es lo que le da la fuerza y legitimidad a su vigencia.
No pertenezco a ningún partido político, ni estoy afiliado al movimiento de AMLO. En esta época de decadencia y de incierto parto con dolor para México, de pocas cosas puede uno estar orgulloso, pero entre esas pocas para mi, están la UNAM y AMLO.
Carlos Noriega Félix, arquitecto y catedrático jubilado de la UNAM.
ES UN HONOR LUCHAR CON OBRADOR
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